lunes, 8 de agosto de 2011

Resumen de un paseo por el MUNDO ( parte1ª )

Hace algunas semanas que hemos vuelto a casa.
¡Volver a casa! Que agradable sensación.
Es una forma de envejecer, de relajarse, de dormir o de acercarse al final.
Es volver al calor del útero de lo conocido, de sentir la asesina dulzura de lo cotidiano.
Han sido 126 noches y días, que para darle la razón a Phileas Fogg y Jean Passepartout, se han convertido en 125 de calendario.
Viajando hacia oriente, han sido 82.000 kilómetros, sin contar varios cientos andando,  recorridos por 16 países,  mayormente en 35 vuelos, pero también en coches, motocicletas, touk-touks a motor y a pedales, trenes, autobuses, tranvías, trolebuses, barcos, barcas a motor y a remo, teleférico, coche de caballos, etc...
Es decir que hemos recorrido como mas de dos vueltas a la tierra por el mismo precio, ¡al final además de bonito ha sido barato!
Hemos ido buscando algunas de las maravillas que todavía no conocíamos y las hemos encontrado.
Las previstas y otras que han sido sorpresas.
También ha habido algunas ligeras decepciones, pero han sido las menos.


Queremos haceros partícipes del último comentario al blog del viaje, de uno de nuestros mejores amigos y seguidores, Adriaan Wijgh, un holandés errante cuyo periplo vital esperamos pase por estas tierras del sur, y cuya prosa en la lengua de Cervantes es de una extraordinaria riqueza y belleza.


ADRIAAN dice......

Mientras se mecen los dulces recuerdos para tranquilizar la nostalgia y la melancolía, que entre ellas se debaten por proclamarse ganadora de vuestras emociones, el Boeing con destino Madrid atraviesa el Atlántico dibujando en un lienzo celestial de azul cobalto, sus estelas espumosas como chorros de champan. 
También a los ángeles les gusta la juerga. 
Son nueve horas y veinte largos minutos en la cápsula del tiempo y de reflexión a presión, hasta volver a donde todo empezó, aquella madrugada del día 17 de enero a escasos metros del punto cero (cuanta ironía) cuando salisteis, ignorando por completo que el mundo a punto estaba de transformar. ¿!O tal vez no?!
Bien se sabe que viajar es cambiar, mejor dicho que uno cambia mientras viaja. Y cuando uno vuelve a su hogar estando lleno de impresiones y experiencias, uno desea transmitirlas a todos aquellos que nunca las hayan visto, tal como tu las has vivido y sentido con el mero objetivo de compartir esas inquietudes universales. Pero de pronto se notará que en el fondo los cambios tuyos no les importa a nadie. Es más, lo que generalmente se espera que no nos cambiemos y que sigamos como antes, como siempre sin alteraciones.
Es como cuando Ulises regresó después de doce años a su isla Itaca y por su asombro y desencanto notó que nadie era capaz de compartir sus sentimientos, aunque todos estaban colmados de alegría de volverle a ver. La única tranquilizante seguridad que Ulises contemplaba era que en su prolongada ausencia las cosas que nunca deberían cambiarse, seguían siendo iguales. Pues como el era el rey, hasta aquí la semejanza.
Durante vuestro periplo de relativa corta duración, el panorama ha cambiado drásticamente. No solo en el mundo lejos de nuestra imaginación sino en la mismísimas puertas de nuestras casas. Desde la ya desesperada plaza de los Botones codeando con la alborotada Puerta del Punto Cero hasta las demás capitales peninsulares y europeas, el mandatorio territorial provisional ha quedado en las manos limpias y jóvenes de la CRP. Por fin podéis estar contentos de haber conseguido vuestro objetivo. Voces en alto reclaman la tercera República, de que se largue la oxidada y caducada elite política y que se metan sin pestañear entre rejas a los estafadores y sicarios financieros.
Y nada de Nostradamus ni de Vostradamus (como me quieren hacer creer que así se escribe) y que todo aquello era una premonición proscrita. Pues no amigos míos, insisto con la teoría del caos que hasta una frase por muy corta y inocua que parezca, pueda más que miles de palabras sosteniendo sistemas infrahumanas.

Bienvenidos amigos míos, a remangarse y mucha salud
21 de mayo de 2011, 13,55 h." 


Estas son, por orden de aparición, algunas de las maravillas que nos hemos llevado, habiéndolas dejado en su sitio.


Empezamos el viaje por Vietnam, ese país esculpido en su legendaria resistencia.
Una de las grandes maravillas del viaje ha sido la Bahía de Halong en el norte de Vietnam.



En Hanoi se sigue adorando (como un héroe, no como un dios), al "tío Ho", el líder liberador del país de  franceses y americanos.


en el lugar mas venerado de Vietnam, su mausoleo.


Uno de los pueblos mas bonitos de Vietnam es Hoi Han





Dos generaciones de vietnamitas



De la antigua Saigón hoy Ho Chi Minh, con sus 9 millones de habitantes, lo mas impresionante son sus 5 millones de motocicletas.



Pero sobrecogedor es el museo de la guerra, donde se pueden ver, entre otros objetos, fotos de los "luchadores de la libertad americanos", con sus "trofeos de caza".
 


Después pasamos por Camboya, donde nos impresionó su
espíritu místico, sintetizado en los templos de Angkor,






sus selvas depredadoras,




sus gentes que siguen viviendo su vida,...




...y dando lecciones al intrusismo del visitante.




Después hemos ido a Myanmar, (Burma, Birmania), para recorrer ese aislado y enigmático país, donde hemos tenido la gran suerte de hacerlo de la mano del gran entusiasta de su tierra Nyan Toe, (Min-Min para los amigos), que nos ha enseñado lo mejor de la manera mas auténtica.
En la capital, Yangun visitamos al atardecer, a la hora de los nativos, el espléndido templo de la Pagoda de Shwedagón.  



donde como en todas los templos budistas la relación con Buda es distendida y a veces celular,




pero siempre "iluminada".




Después fuimos a la región de Bagán, la llanura de mas de 2.000 templos,




donde la gente usa verdaderos "soplillos" para avivar la lumbre...




...y disfruta de soberbios crepúsculos.




Visitamos la región de Mandalay, donde el tiempo parece haberse parado 




con los monasterios de Amanapura, escuela de monjes budistas, abiertos en su recogimiento al visitante que no parece perturbar su vida monacal.






Visitamos el templo de Mingún, con la campana sonante mas grande del mundo.












Volvimos a Anapurama y paseamos por el Puente de U Bein, el puente de teca mas grande del mundo, 




el tontódromo del lugar, donde l@s paisan@s suelen acudir al atardecer para encontrarse y mirar sin palabras las puestas de sol.




Mas tarde disfrutamos la placidez de unos días en el Lago Inle, con la vida cotidiana de sus aborígenes,


















De Myanmar volvimos a Bangkok, para volver a visitar el extraordinario Palacio Real, que ya habíamos visto 25 años antes,






con sus feroces guardianes






y el hermoso río Chao Phraya,bordeado de belleza y fealdad, 






de riqueza y miseria, sin solución de continuidad. 






Después nos fuimos a Malasya, un país musulmán, donde como no podía ser de otra manera, en Kuala Lumpur, quedamos extasiados con la belleza arquitectónica de las Menara (Torres) Petronas, de día...




...y de noche,




su barrio de negocios,




Plaza de la Merdeka, (donde se proclamó la Independencia en1957)




su barrio chino,




y las devotas (de vino) en la mezquita.




Fuimos en autobús a Melaka, el puerto mas importante del sureste asiático en el s. XVI , donde fondeaban mas de 2.000 barcos a la vez y se hablaban 80 lenguas Hoy es un "pueblo", Patrimonio de la Humanidad, gracioso y agradable.




donde quedan restos importantes de la cultura cristiana, la iglesia y el "digui-digui",



con un precioso río que invita al baño en invierno y en verano.




Melaka reivindicadora de una Malasya musulmana




apoyada por las feministas de "occidente",...




... y las de  de oriente...




... "pomporrutas imperiales", (..."voy por rutas imperiales"), ¡¡malo!!.



En vista de que no hacíamos "panda", nos trasladamos a Singapur, que nos ha parecido la ciudad mas perfecta que conocemos ... y no son pocas.
Urbanismo,




arquitectura, 



jardines, decoración de interiores






 y de los otros, 






limpieza, barrios chino, ¡que pasada!




 indio, 




musulmán, aceras, restaurantes, bares, si un papel o colilla en el suelo...




¡y yo que sé!


Seguimos ruta hacia el Lejano Oriente, donde nos esperaba la impávida Japón, con su monstruosa y siempre correcta Tokyo,
la mayor urbe del mundo que ya lo era en el siglo XVIII con el nombre de Edo.




El Palacio imperial en pleno centro, no visitable, sigue siendo la morada de un semidiós para los japos.




En Tokyo convive la tradición, como el Templo Senjo-Ji, abarrotado de lugareños,




con barrios como el de Shinjuku, lleno de "marcha" nocturna, tiendas de moda, edificios enteros de karaokes,...




minirestaurantes de comida rápida para ejecutivos




y vagabundos "cartoneros".




También se pasea el personal en los risaws, minitaxis de tracción humana, con porteadores de diseño.




Fuimos al norte a visitar Nikko, otra ciudad Patrimonio con Templos y paisajes que hacen bueno el viaje.










Por cierto Nikko está a poco mas de 100 Kms.de Fukushima, donde unos días después de salir de Japón tuvo lugar el terremoto y posterior tsunami.


Mas tarde nos fuimos en el tren bala a la ciudad mas histórica de Japón y antigua capital del país: Kyoto, la ciudad mas visitada ya que cuenta con cientos de Templos y Santuarios, muchos de ellos Patrimonio de la Humanidad, edificados entre los siglos XIII y el XVI




el de Inari, con sus 10.000 Toriis o Puertas




   sus bellezas orientales,




sus vestidos tradicionales,




sus jardines centenarios,




o su estación de tren futurista.




Sin saberlo, tuvimos la suerte de salir de Japón unos días antes del terremoto y tsunami que asoló el nordeste del país.
Dimos un gran salto hasta Sydney, la gran ciudad del este de Australia.
Una de las ciudades mas extraordinarias que hemos visitado en nuestro periplo. Bonita, elegante, moderna, agradable para vivir, con un solo inconveniente: es muy cara.
Por supuesto que la puerta de entrada de este país y de esta ciudad es un símbolo reconocido mundialmente, una obra del arquitecto danés Jorn Utzon: el edificio de la Opera en la bahía de Sydney.
Esplendida por fuera y...






...por dentro.
Situada en una bahía, que ya tenía un famoso puente,




...y otras zonas admirables.




Una ciudad con rincones clásicos ...




...y modernos.




Donde hay cientos de kms. de costa en la bahía y las casas en vez de tener jardín tienen atraque para barcos, en general veleros.




Al oeste, a 150 kms., están las Montañas Azules, donde se ven paisajes espectaculares...




... y helechos convertidos en arboles de varios metros de altura.




Volamos hacia el norte y a pesar de la maldición bíblica, (los dioses siempre acojonando), echamos una última mirada hacia atrás. 






Volamos a Cairns, el lugar mas cercano a la Gran Barrera de Coral, un ser vivo de 2.000 kms. de longitud que discurre frente a la costa este australiana.
Un mundo submarino impresionante, al alcance de los sencillos mortales buceadores.
Es como los documentales del National Geografic, pero con gafas y tubo en vez de un televisor.




Una almeja gigante de mas de 1 metro, que casi se queda conmigo por tocarle la parte del clítoris.












Por lo demás en Cairns solo es reseñable que hay ¡¡cocodrilos!! en la playa...




...y ¡¡muciélagos!! en los arboles.




De la Gran Barrera del Coral dimos un "saltito" a Melbourne, ciudad universitaria,



con mucha gente joven, desenfadada 






donde hemos pasado unos días muy agradables.
Se la puede identificar como la ciudad de los tranvías, algunos de los cuales, en el centro, son gratuitos.








También hay extraños tipos "Giacometti",




y otros "impresionistas"


Volvimos  Syney para volar a la tierra de nuestros antípodas, 
Nueva Zelanda.




Este es un país muy nuevo, fue el último de la tierra en ser habitado, en los años 1.300 por los maoríes que venían de Samoa y el último en ser colonizado, a partir de 1.840, por supuesto por los hijos de la Gran Bretaña.
Pero fué el primero en conceder el voto a las mujeres en ...¡1.883!, impusieron la enseñanza obligatoria y gratuita en 1877 y en 1.938 establecieron un sistema de asistencia sanitaria gratuito, las prestaciones por jubilación y desempleo.

Para entender algo de lo que pasa geológicamente en este país es conveniente saber que ¿descansa? sobre la falla en que se encuentran (de chocar) las placas tectónicas móviles indoaustraliana y la continental pacífica. Pero con un “mas difícil todavía” de que la primera monta sobre la segunda en la isla del norte, por eso está llena de volcanes en activo, pero la situación se invierte en la isla del sur, produciéndose la cadena montañosa de los Alpes y los terremotos. Y además las islas se mueven hacia el norte 30 mm al año. ¡Como para vivir tranquilos!
Empezamos por Auckland y os dejamos "reflejada" la ciudad.













Recorrimos el país de norte a sur y vuelta por carretera, explorando todos los rincones interesantes, sobre todo de la isla sur.
En la isla norte pasamos por Rotorua y sus zonas de aguas termales 




y su centenaria Casa de Baños de estilo Tudor.




Seguimos por el Parque Nnal. Tongariro, el de los volcanes,



 y sus ríos circundantes,




Atravesamos con el ferry a la isla sur y fuimos bajando la costa oeste, una maravilla de fuerza y belleza.




Si New Zealand es extraordinariamente atractiva es sobre todo, por esta costa bañada por el mar de Tasmania, que la separa de 
Australia por 1.600 kms. y la suministra de vientos y lluvias.






Y por supuesto de nieves que cubren los 16 picos de más de 3.000 ms. de altitud, comandados por el Aoraki o Monte Cook, con sus 3.755 ms., 




con sus correspondientes glaciares.


El Franz Joseph Glacier






El Fox Glacier




Seguimos camino del Parque Nnal. de los Fiordos que aquí se le llaman Sounds. Indescriptible el camino: montañas gigantes, glaciares colgados, 




la llamada Rain Forest, que son impenetrables bosques subtropicales, donde al igual que en Australia, encontramos helechos-arboles,



lagos glaciares, lagos de media montaña, de media llanura, arroyos recién nacidos con una fuerza descomunal,




Llegamos por fín al deseado Milford Sound, el fiordo más famoso del país, ¡con motivos!







morada de una variada fauna, entre otros los leones marinos...




... y el kakapo, papagayo nocturno no volador, ya que al no tener depredadores se ha olvidado de levantar el vuelo.




Después llegamos hasta Stirling Point el sur de los sures de la isla 
sur de New Zealand, el punto mas alejado de la Puerta del Sol al que podíamos llegar .




Es ese punto en el que te da igual, seguir mar adelante y atravesar el Polo Sur y después el Polo Norte, darte la vuelta o tirar por cualquier otro sitio, siempre habrá mas de 20.000 kms. hasta casa aunque lo hagas volando y no como los vagos de los kakapos.